El complejo en el que se sitúa la zona rehabilitada formaba la llamada “Hermandad Sindical”, dos edificios en torno a patios centrales de labores, enfrentados y vinculados a la ronda perimetral, proyectados por el arquitecto José Casas Hernández con el objetivo de servir de parada de sementales. Tras la pérdida de su uso primigenio, la edificación se estuvo utilizando durante años como almacén municipal.
La intervención plantea una consolidación volumétrica de la edificación, interviniendo puntualmente en la envolvente, respetando y poniendo en valor las cualidades volumétricas originales. Consolidado el volumen existente, se plantea la inserción de un nuevo objeto cambiante que compartimente y cualifique los nuevos espacios polifacéticos.